Opinión

Automovilismo Empresario S.A.

 

Para los que entendemos al automovilismo como una actividad deportiva, en la cual uno busca sacar diferencias sobre los otros, está mas que probado restringir libertades retocando el reglamento no ha mejorado el espectáculo, ni siquiera bajo el lema de “ Vamos a bajar los costos”, con medidas inaplicables o que caducan en el corto plazo.

Como argumentamos en nuestra sección de la página  Web (ver sección Automovilismo) rescatamos el concepto de que la evolución de los autos es parte indispensable del automovilismo, de hecho, con ese fin nace la actividad.

 

Hoy el tema que esta arriba en el debate (y continuara por lo menos de acá hasta que termine la Copa de Oro) es el retoque reglamentario del TC.No solo una, sino en dos ocasiones (en la fecha 10 y la 11), sobre el epilogo de la fase regular.

Los hechos, idas y vueltas  dan a entender que se les fue la mano con lo que le dieron a Ford, osea que  muchos pilotos que hoy ven de afuera la definición del campeonato  pelearon dicha instancia en inferioridad de condiciones reglamentarias.

Seguramente se hace mas hincapié en el TC cuando comete errores ACTC mediante, que cuando las otras categorías nacionales también erran y feo.

En dichos casos, cierta porción del periodismo no es tan duro con dirigencia de otras categorías que inventan super 24, récords que a nadie interesan y de nula importancia, carreras híper aburridas, o en callejeros de turno.

Así como el mundo en teoría ha evolucionado, el TC debería hacer lo propio.

 

Desde mi punto de vista de un tiempo a esta parte transita un camino equivocado, que no beneficia ni merece toda la pasión que el público genuino y seguidor le sigue aportando a la categoría.

Hoy en día, transitamos la era del Automovilismo Empresario, en donde  lo deportivo quedó en un segundo o tercer hace ya mucho tiempo.

 

 

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