Autos Eternos

Chevy, la gran tentación de GM – Parte II

La prensa especializada, agrupada en APICA, premió al Chevy con el título de Auto del Año de 1970. Por su parte, la coupé SS fue considerada el mejor coche de la industria nacional por el jurado de Expo-Auto 1971 que se efectuó en Mar del Plata a principios de ese año.

Meses más tarde, la línea se amplió con la presentación del sedán con caja automática Chevy De Luxe «Chevromatic». El modelo De Luxe, se convirtió así en el segundo auto de producción nacional con transmisión automática. Estaba equipado con una caja de tres marchas por convertidor de torque hidráulico y se ofrecía con la misma motorización y equipamiento que el modelo sedán SS, del que se diferenciaba por su tablero y asientos de banco enterizo con respaldos individuales y apoyabrazos central. También se ofrecía una versión De Luxe con caja manual de tres velocidades.

A pesar de su buena performance y equipamiento, la coupé Chevy SS no lograba consolidarse en el segmento de los autos deportivos, donde el Torino dominaba con comodidad. La respuesta de GM llegaba en 1972 con una versión más «nerviosa», la coupé Serie II. Con un sencillo pero efectivo rediseño que no implicó el desarrollo de ninguna matricería, sino simples cambios estéticos como los nuevos colores, las bandas decorativas y llantas deportivas, resultó un suceso que triplicó las ventas del modelo. Fue un exitoso desarrollo local del Departamento de Styling, liderado por Jorge Ferreyra Basso, que vino a darle una imagen más deportiva a una coupé muy «aburguesada». Los únicos toques mecánicos fueron la incorporación de un carburador Holley bicuerpo, nuevo múltiple de admisión y cambios menores en el árbol de levas que lograron elevar la potencia a 170 hp.

En 1974 la línea presentó un restyling general con modificaciones en el frontal y panel trasero y un interior con nuevos asientos y tapizados. El sedán SS fue remplazado por el Malibú, que se transformó en la opción de lujo para el modelo de cuatro puertas. Nuevas bandas decorativas y colores acompañaron a las nuevas Serie II. La versión Súper con el motor 230 seguía siendo la más económica.

En noviembre de 1977 se presentaron los últimos cambios. La línea para 1978 ofrecía en las versiones Malibú y Serie II un interior más lujoso con nuevas butacas y tapizados -disponibles opcionalmente en cuero- y opcionales de confort como aire acondicionado, antena eléctrica y caja automática con palanca al piso y empuñadura en «T». Por entonces, la delicada situación financiera de GMA era irreversible. En agosto de 1978 se anunció el cese de las actividades productivas en el país que se concretaría antes de finalizar el año. La bajada de las persianas de las plantas de Barracas y de San Martín decretó el final de la Chevy.

 

 

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