Color y calor en el desfile de clásicos de Luján
Organizado por la municipalidad de Luján, la Comisión de Amigos del Museo de la Ciudad y la Asociación Civil Museo Udaondo Luján, el evento finalmente pudo concretarse el domingo pasado luego de haber sido reprogramado como consecuencia del rebrote de casos de Coronovirus registrado a comienzos del año.
El atractivo principal resultó el desfile que rescató una tradición de larga data de la “Capital de la Fe”. Los vehículos que participaron se concentraron en la estación de trenes y de allí partieron en caravana por las calles céntricas de la ciudad. El recorrido pasó por las avenidas España y Humberto I y siguió por la calle San Martín, en dirección a la Basílica. Desde allí concluyó su marcha en el Parque Ameghino, donde se organizó una muestra estática frente a las puertas del Museo de la Ciudad de Luján.
Participaron 73 autos y 21 motos que fueron aportados tanto por clubes como por particulares. Las instituciones que participaron fueron el Rambler Car Club y el Club Clásicos de Luján, en tanto que vecinos y vecinas de Luján y localidades cercanas, como Carmen de Areco y San Antonio de Areco, y lugares más distantes como La Plata, Zárate, CABA y distintos partidos del Gran Buenos Aires sumaron sus joyas mecánicas.
Hacia el mediodía, los vehículos pasaron frente a la Basílica donde sorprendieron a los turistas y peregrinos con su diversidad y colorido. Por un instante, las cámaras de los celulares le dieron la espalda al imponente edificio religioso para registrar el paso de las unidades. La marcha lenta y el calor sofocante provocaron que algunos autos debieran detenerse momentáneamente por problemas de temperatura. Superado el conveniente, retomaron la marcha y pasaron frente al palco montado por la organización frente al histórico Cabildo, donde se les dio la bienvenida.
Clásicos para todos
La muestra incluyó tanto vehículos nacionales como importados. Cupecitas del TC, Jeeps, botes norteamericanos de los 50 y 60, clásicos europeos y los infaltables nacionales como Torino, Falcon, Chevrolet 400, Rambler, Dodge RT, Peugeot 404, Citroën 2cv/3cv y Fiat 1500 y 600, entre otros, aportaron su cuota de colorido. El auto más viejo fue un Ford A de 1930. Otras de las unidades llamativas fue el camión Chevrolet de 1946 del cuerpo de bomberos voluntarios de Luján, que acompañó a los participantes en la largada del desfile. Cabe destacar la valiosa colaboración de Grúas Melo durante todo el evento.
Los autos y las motos se convirtieron en escenografía de miles de fotos para el público que recorrió el Parque Ameghino. Muchos se tentaron y retrataron junto a los atractivos clásicos.
La masiva afluencia de personas y expositores puso en evidencia la necesidad de disfrutar del espacio abierto luego de tantos meses de restricciones. Las sonrisas, los abrazos y las charlas amenas de amigos reencontrados coronaron un domingo ideal que disfrutaron tanto el público como los organizadores.
A media tarde comenzó una lenta pero prolija desconcentración. Los expositores fueron encendiendo motores para iniciar el regreso. Con pulgares arriba, los organizadores celebraron este primer paso que promete continuidad. Así lo esperamos.
Nota y foto: Gustavo Feder
Empece a leer con entusiasmo pero cuando llegue a : Vecinos y Vecinas, dije chau basta para mi.Cuando