Emoción “Fititera”
En noviembre pasado fue inaugurado el Museo del Fitito. Emplazado en Caseros, partido de Tres de Febrero, es un espacio dedicado a la preservación y difusión de la historia del primer auto fabricado por Fiat en el país.
En mayo de 2023 unos 400 Fiat 600 provenientes de diferentes puntos del país –y algunos del exterior- se concentraron en el playón municipal de la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero, para participar del lanzamiento del Museo del Fitito, un espacio en homenaje al primer auto que Fiat produjo en Argentina. El edificio iba a construirse a metros del palacio municipal y a pocas manzanas de donde 63 años antes había comenzado la fabricación de la versión nacional del legendario modelo de la marca italiana.
El proyecto fue una iniciativa de Diego Valenzuela, intendente del partido de Tres de Febrero, y tuvo el respaldo y el compromiso de “Reunidos por el 600”, una agrupación que reúne a fanáticos del modelo de todo el país. “Fue una idea que me surgió, como intendente e historiador, porque creo que hay que transmitir valores, identidad y cultura. Y eso es el Fitito”, nos comentó durante el evento el mandatario municipal. Valenzuela adelantó que el museo sería inaugurado en un plazo de 4 meses en lo que entonces no era más que un terreno nivelado con un cartel que anunciaba el lanzamiento del proyecto.
Finalmente, el 5 de noviembre pasado se abrieron las puertas del Museo del Fitito con una serie de actividades que incluyó una caravana que sumó exactamente 601 “bolitas” y que unió el autódromo de la ciudad de Buenos Aires con el playón municipal. La cantidad de Fititos reunidos fue certificada por escribano y toda la documentación fue remitida a Guinness World Records a fin de verificar si se trata de un récord mundial para el modelo. De la inauguración participaron autoridades municipales, directivos de Stellantis Argentina, encabezados por Martin Zuppi, presidente de Fiat, Jeep y Ram, y representantes de diferentes agrupaciones de propietarios del Fiat 600.
Una oportuna combinación
El Museo del Fitito es el resultado de una oportuna combinación entre el deseo de Diego Valenzuela y el de los integrantes de Reunidos por el 600. Valenzuela es propietario de un Fiat 600 R de 197? y desde hacía tiempo tenía la idea. Con esta inquietud el intendente se acercó a las caravanas y eventos que hacían diferentes agrupaciones donde se puso en contacto con integrantes de Reunidos por el 600. Luego de un viaje a Turín, donde visitó la sede del Centro Storico Fiat, regresó entusiasmado para concretar su proyecto.
“Reunidos por el 600 es un grupo que engloba a otras agrupaciones especialistas en Fiat 600. A unas pocas cuadras de acá teníamos la antigua Fiat Concord de donde salieron los casi 300.000 ejemplares. Hubo una especie de relación instantánea en donde se le dio apoyo desde la municipalidad para poder gestionar y armar este espacio. A nosotros, como vecinos del partido, nos sirve para rememorar la historia porque mucho de la identidad de Tres de Febrero tiene que ver con la Fiat y a Reunidos por el 600 les viene muy bien estar muy cerca de la madre de todos los 600. El museo tiene que ver con nuestra identidad y la necesidad de visualizar e inmortalizar este icono tan grande para nosotros”, nos cuenta Adriana Pulvirenti, guía del museo.
La muestra es itinerante, los autos y los objetos se van renovando periódicamente, pero el municipio tiene un Fiat 600 propio que había pertenecido a Nelly, una ex empleada que trabajó en la enfermería de Fiat Concord, y que sus herederos donaron al museo. Hay algunas piezas que son propiedad del municipio que se exhiben en forma permanente, pero el resto se enriquece permanentemente por la gente, incluso por los visitantes que vienen con muchas ganas de aportar, algunos de ellos ex empleados de la fábrica que poseen un valioso archivo fotográfico y de documentos históricos.
“La curaduría es un proceso conjunto en el que participan diferentes áreas del municipio de Tres de Febrero, como la Subsecretaría de Cultura y la de Comunicación y Prensa, con el apoyo de Reunidos por el 600. La inauguración del museo fue posible gracias a un trabajo en equipo que permitió que se concretara en tiempo récord. De hecho, cada vez que se cambia algún auto se gestiona a través de las diferentes áreas involucradas”, nos explica Adriana.
Quienes tengan interés en exponer tanto un auto como objetos vinculados con el Fiat 600 pueden hacerlo a través de diferentes canales. “En la web de la municipalidad tenemos un apartado en donde quienes tengan Fititos pueden anotarse para exponerlos, pero descubrimos que la gente no solo tiene autos para exhibir. Por eso abrimos un mail de contacto para que puedan escribirnos para ofrecer repuestos o documentación que quiera exhibir”, detalla Pulvirenti.
Universo 600
Al momento de visitar el museo, nos encontramos con 3 unidades. La más vieja es un histórico ejemplar de los primeros que se fabricaron en Caseros el 8 de abril de 1960, día en el que se inició la producción nacional. Su propietario lo tiene desde 2013 y lo disfruta a diario con su familia. Los otros dos eran un 600 E y el 600 R del intendente Valenzuela.
El espacio es cómodo, apto para toda la familia, edades y tipo de movilidad. El piso es totalmente plano y dispone de amplios sectores de circulación. Extensos ventanales garantizan una muy buena luminosidad. En las paredes pueden apreciarse piezas como volantes, insignias, ópticas, paleta del radiador, parrillas y tablero. Una media carrocería completa de un Fiat 600 S de 1980, cortada longitudinalmente, llama la atención en una de las paredes laterales.
Distribuidas a lo largo del salón, hay mesas con piezas y repuestos originales como fusibleras, comandos de calefacción, llantas, tapa de cilindros, regulador de voltaje, manijas de puerta, entre otros. Algunos objetos permanecen intactos como una cadena de distribución en su caja original y un juego de platinos en su estuche de fábrica. Uno de los conjuntos más llamativos es el que reúne un corte longitudinal de motor y caja de velocidad junto con el pantógrafo trasero que incluye bujes, bulonería, masa manchón y acople. Todos los objetos están claramente identificados. También hay piezas de época como una baliza a kerosene. Una de las gemas es la maqueta a escala 1:8 de la colección de la editorial Salvat.
En una de las paredes fue dispuesta una extensa línea de tiempo que nace en 1955 y que permite conocer la historia del Fitito desde su origen en Italia hasta la última unidad fabricada en Argentina en abril de 1982, en tiempos de SEVEL.
Además de los objetos, se puede disfrutar de la “Experiencia Fitito” con un simulador integrado por media carrocería de Fiat 600 donde los visitantes pueden subirse y jugar una carrera. Además, hay material audiovisual y obras de artistas que retrataron el legendario auto de Fiat.
En el sector “Yo amo al Fitito” se recorta una silueta del auto en corcho donde se puede dejar algún mensaje de la visita. Afuera del museo, una plaza de juegos con formas de Fiat 600 y una pista de karting introduce a los más pequeños en el universo Fitito.
Un espacio para las emociones
Unos de los aspectos más emotivos es la relación especial que se genera entre el museo y los ex trabajadores de la fábrica. “Sucede algo mágico con los ex empleados de Fiat Concord, pero también con sus familias. Viene mucha gente emocionada o que sale emocionada. Tenemos un espacio dedicado a la gente que trabajó en la fábrica. Hay una valiosa donación de Guillermo Vidale, un empleado de muchísimos años, que entregó vestimenta de trabajo y credenciales personales de la fábrica, obra social y gremio, y varios ejemplares de Nosotros, una revista interna de Fiat. Acá hay mucha identidad “Fititera”, pero también mucha identidad de barrio y con la empresa. Mucha gente no viene acá a que le cuente la historia, viene a que le escuche la historia”, confiesa la guía.
Los visitantes salen emocionados de la visita. Algunos se despiden con un pedido tan ambicioso como difícil de cumplir. “Hay algo que pide la gente y me lo piden a mí: ¡que vuelvan a fabricar el 600!”, nos dice Adriana.
El Museo del Fitito es único en su género en Argentina y no se limita a reflejar solo la historia de un auto, sino también la de la gente que lo hizo posible. En un país con una extensa y rica historia automotriz es una iniciativa digna de ser imitada no solo por otros municipios de perfil industrial sino también por las propias filiales de las automotrices. Que así sea.
Dirección: Murian y Alberdi, Caseros, Partido de Tres de Febrero.
¿Cuándo?
De miércoles a domingo de 10 a 15:30 h.
La recorrida requiere inscripción previa. Pueden inscribirse en este link:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSf9NIyvjqJiZ7Ih0q5LZXArUTHVZeGSF-GmcBQLCa-sTYhtwA/viewform
Web: https://www.tresdefebrero.gov.ar/museofitito3f/
Instagram: museodelfititook/
Por Gustavo Feder, editor de Autohistoria