¿Quienes lo sabían? ¿Todos lo sabíamos?
Las noticias circulaban a ritmo vertiginoso, los aciertos, los errores, las diferencias de dinero, los sponsors caídos, las ayudas y todo el enjambre de situaciones que le aportaron al tema un clima de expectación constante durante mucho tiempo; pensando que todo eso era pasado, y el presente anunciaba que Argentina volvía a tener un representante en la máxima categoría del automovilismo mundial después de la participación de Gastón Mazzacane en las temporadas 2000 y 2001.
Desde su regreso a la Argentina, Lopez obtuvo reconocimiento y la popularidad de la gran masa que no lo seguía de cerca en los tiempos de Europa.Fue bicampeón en el TC 2000 (2008 Y 2009), campeón en su año debut en la TRV6, y de no ser por la mancha de aceite que no pudo esquivar con el Torino de TC en el curvon salotto del Galvez faltando un par de vueltas en la ultima carrera, hoy estaríamos hablando de la inédita triple corona.
La unión hizo la fuerza y en total la cifra que trascendió para que López corra en Fórmula 1 rondaba los 8.000.000 de dólares. En el contrato, 2.000.000 los aportaba el Gobierno Nacional por intermedio de la Secretaría de Turismo, mientras que el resto lo acercarían, en diferentes proporciones, una empresa de telefonía, Lo Jack, Tafirol, una constructora del Sur del país ,la categoría TRV6, Revista Corsa y Pauny, la firma de tractores del padre de “Pechito” López.
Y así fue José María López en los papeles llegó a la Fórmula 1con avales, contratos, licencia en trámite…y, nada más. Tras el frustrado contrato con el US F1, el piloto argentino intentó sumarse como tester al equipo español del Hispania Racing Team (Campos Meta), pero este Plan B tampoco prosperó.
Lejos de ser lo que se negocio desde un principio, poder seguir entre los pocos que tienen la chance en F1, pintaba como una buena alternativa.
En el 2009, Windsor y Ken Anderson del USF1 (anunciaron públicamente desde Estados Unidos su pretensión de crear un equipo para participar en Fórmula 1 a partir de 2010. Aquello ocurrió antes de que Max Mosley, en ese tiempo presidente de la Federación Internacional del Automóvil, impulsara el tope presupuestario de 40 millones de libras esterlinas al año que estuvo a punto de provocar un quiebre en la categoría. Al emprendimiento se unió luego Chad Hurley (cofundador de YouTube), quien después se bajo del proyecto.
Con el resultado puesto, las voces se empezaron a alzar.En definitiva subidos a la ilusión desoímos la mas importante, la del jefe del circo Bernard Ecclestone, cuando manifestaba que la escudería española Campos Meta y la norteamericana no estaban en condiciones de arrancar el mundial 2010: «Campos y el equipo americano (USF1) tienen problemas financieros, no técnicos».
Compramos espejitos de colores, invocando los tiempos de Fangio. No es crítica, pero como esta planteado el automovilismo nacional hoy, con 4 categorías nacionales de Turismos y sin una categoría fuerte en monopostos desde la extinción de la F3 sudamericana, habrá que pensar en autos con techo, y participar seriamente en categorías como la FIA GT por ejemplo.