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La organización vence al tiempo

Luego de 4 postergaciones forzadas, el pasado 24 de Septiembre se realizó la duodécima edición de Expo Auto Argentino en el Campo de la Tradición de Francisco Álvarez. La muestra dedicada íntegramente a los autos nacionales llegó junto al primer fin de semana de primavera.
Siempre que se posterga un evento, y mas aun si por diferentes cuestiones las mismas llegaron a 4 y se dilata en el tiempo, algún riesgo invariablemente se corre. Mas allá que en cada oportunidad a priori las decisión por razones climáticas se optó por suspender y el pronostico se cumplió, deja efectos residuales.

Por voto del publico fue elegido el mejor auto de la Expo este Chevrolet 400 Super Sport de 1974

A saber, cada club tiene su agenda y/o compromisos. Los particulares, sus razones, mas que respetables por cierto para acompañar o dejar de hacerlo. Así y todo, unos 140 vehículos aproximadamente se alinearon al evento al que no le faltó buffet, carpa de conferencias, stands y autojumble.
La muestra siempre le da cabida a las celebraciones, y en esta oportunidad fue el turno de los 40 años del Volkswagen Gacel y de la coupé Ford Taunus SP5. También se hizo mención especial a los 60 años del Jeep Gladiator y del Renault 4 en Argentina.

Réplica de “La Cenicienta” en homenaje al Equipo Argentino Dakar 1987

Por ello y ante todo lo mencionado desde este espacio entendemos como positivo lo que dejó una nueva edición de EAA. Porque entendemos que era hacerlo con lo disponible o nada. Y la nada, entendida como cancelada y que pase de largo hubiese sido una desprolijidad involuntaria pero un yerro al fin.

Premio al mejor stand para Restauradores del Renault 4 festejaron los 60 años del R4 nacional

En contrapartida, los puntos mas flojos vinculados a lo expuesto en los primeros párrafos fue la discreta asistencia del publico, ínfima cantidad de puestos al fondo del predio, falta de difusión masiva,
Hay que valorar mas todas estas iniciativas, muestras, expos, eventos que trabajan de manera anónima y muchas veces contra molinos de viento para brindar lo mejor. Cada paso volcará en propios y extraños un inevitable balance. Capitalizar lo bueno, lo malo y tomar nota de ello le dará el vuelo necesario para que se transforme en un clásico.

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