La restauración
Si bien para los aficionados esta actividad no deja de ser un hobby, también hay talleres especializados que se dedican a restaurar de manera industrializada. Para cualquiera de los dos casos, se necesita invertir en la obra; es por eso que hay que contar con los recursos económicos, técnicos y humanos suficientes.
El acopio y relevamiento de lo existente y los faltantes es fundamental para tener un buen diagnostico. Como si fuera un auto moderno, la documentación deberá estar al día y en regla; entiéndase por ejemplo el número de chasis, motor, carrocería y las variantes que se presentan.
A base de paciencia, hay que conseguir los repuestos originales, apoyarse en la consulta del manual técnico del vehiculo como guía.
Como esta actividad no tiene plazos establecidos para los hobbistas, es fundamental contar con un espacio físico adecuado, llámese garaje o taller, ya que como se desarma por completo todas las partes, los elementos se reagruparan en conjuntos y subconjuntos; que deberán estar bien ordenados y protegidos de golpes o movimientos innecesarios.
Si se hace a cero, se empieza desde adentro hacia fuera.Trabajos como el cromado de partes, se puede tercerizar, y reinstalarlas una vez que para el vehículo este terminado (y reparadas las puertas, el portaequipaje si tuviese y el capó) en lo que es pintura y dichas partes hayan sido cromadas de nuevo.
Como todo trabajo se requiere de empeño y dedicación, y de la responsabilidad de hacerlo bien, no solo por una cuestión de profesionalidad sino también de tiempo y costos.