Mantenimiento preventivo

El espíritu del mantenimiento es claro: identificar y hacer lo que sea necesario cuando sea necesario, sin caer en el desarme inútil, reducir los gastos de mantenimiento normal.

Su principio es simple: un vehículo bien mantenido da mayor satisfacción, consume menos insumos y funciona mejor.

Siempre es aconsejable consultar su manual automovilístico al realizar cualquier arreglo mecánico de mantenimiento, sumado a una inspección periódica completa del auto por un  taller con  personal calificado.

Estos son algunos de los puntos  a prestar atención:

Neumáticos: los neumáticos deben mantenerse inflados a una presión correcta, para obtener mayor estabilidad al andar y prolongar la vida útil de los mismos. Se debe comprobar la profundidad del dibujo (1,6 milímetros como mínimo) y la presión de inflado, la de auxilio inclusive. Se recomienda que todas las ruedas sean de la misma marca y tipo. Las ruedas deben estar alineadas y balanceadas para garantizar la estabilidad direccional. La medición de la presión debe hacerse con el neumático en frío.

Frenos: es necesario controlar el nivel del líquido de frenos. Al completar el nivel del líquido del depósito no sobrepasar la marca del máximo; si se encontrara bajo, además de agregar líquido hay que verificar posibles fugas. En caso de una baja anormal de nivel, verificar la estanqueidad del circuito. Chequear el estado de los frenos (cintas y/o pastillas de freno) si en algún momento se observa que el pedal no ofrece la resistencia normal en la frenada (posible fuga de líquido).

Amortiguadores: buscar señales de pérdida de aceite en los amortiguadores. Un síntoma de desgaste puede ser cuando el auto “rebota” tras pasar los baches o pozos. Compruebe el buen uso de los amortiguadores al mover el carro hacia arriba y hacia abajo. El coche debe parar de rebotar cuando Ud. pare. Los amortiguadores gastados o que gotean deben ser reemplazados. Siempre cambie los amortiguadores de a pares.

Dirección: si el volante tiene holgura o la servo asistencia produce ruidos puede ser síntoma de un mal funcionamiento.

Escape: desde la fosa revisar visualmente debajo del auto si hay soportes y abrazaderas flojos, desaparecidos o rotos. Busque agujeros en los caños o en el silenciador. Cambie las partes dañadas, picadas u oxidadas. Chequee las emisiones de gases según las normativas vigentes.

Luces: comprobar que el sistema de luces funcione correctamente. También se debe acreditar el reglaje de los faros. Para mejorar la visibilidad, hay que limpiar los faros, los espejos retrovisores, el parabrisas y la luneta trasera. Mantenga lamparitas y  fusibles extra en su auto, como repuesto.

Fluidos: controle el nivel de aceite del motor, del agua del radiador, limpiaparabrisas y batería, del líquido de frenos, de la dirección hidráulica, etc.

Filtros: básicamente son 3, de aire, aceite y combustible.

Un buen mantenimiento del filtro de aire economiza combustible y prolonga la vida útil del motor.

El filtro de aceite se recomienda que sea un repuesto con garantía de control de calidad (normalizado).

El filtro de combustible es de tipo sellado y posee una marca que indica el sentido de circulación del combustible.

Correas: comprobar que se encuentren tensas.

Bujías: tienen una duración estipulada entre 25.000 y 35.000 kilómetros.

Batería: dada las características de fabricación, las modernas no precisan mantenimiento. No desconectar nunca la batería mientras el motor este en funcionamiento.

Limpia parabrisas: los limpiaparabrisas deben ser cambiados con regularidad, no esperar a que la goma esté totalmente gastada, si no limpian bien o si hacen un ruido extraño.