Mejorando la especie
El 19 de agosto del año pasado, FCA Automóviles Argentina S.A. lanzó al mercado nacional la nueva Fiat Strada. Exactamente 21 años antes debutaba en nuestro país la primera generación del utilitario liviano de la marca italiana. Fabricada en la planta brasileña de Betim, estado de Minas Gerais, la primera Strada fue desarrollada a partir del Proyecto 178 del que derivaron, además, los modelos Siena, Palio y Palio Weekend.
Esta generación pionera se comercializaba en dos versiones: EX y LX, ambas con motorización 1,7 TD de 72 cv. Desde un comienzo, Fiat apostó a la innovación con versiones de cabina extendida, únicas en la categoría. La Strada evolucionó estilísticamente en paralelo a la línea Palio/Siena a la vez que sumó mejoras en el equipamiento y nuevas versiones como Trekking y Adventure.
Entre las novedades más importantes, a partir de 2008 introdujo el sistema Locker, que bloquea el diferencial para emparejar el giro de las ruedas tractoras, y sumó mejoras puntuales para un utilitario como la nueva suspensión reforzada power shock y el incremento del despeje del suelo a 190 mm.
En septiembre de 2010, Strada estrenó nuevo estilo y registró un hito para el modelo y la categoría al introducir una versión con cabina doble y dos filas de asientos, convirtiéndose de este modo en la primera pick up compacta con capacidad para cuatro pasajeros. Poco después sumó la versión Working equipada con el motor EtorQ 1.6 16v.
Cuatro años más tarde, en mayo de 2014, llegaba una nueva generación y otra novedad: la versión cabina doble de tres puertas. Ubicada en el lado derecho, esta innovación facilitaba el acceso a las plazas traseras.
A pesar de conservar la misma plataforma de origen, a través de las distintas generaciones Fiat logró actualizar y mejorar el producto con innovaciones de estilo, mecánica y equipamiento que posicionaron a la Strada en lo más alto del ranking de ventas de la región con más de 1,4 millones de unidades, de las cuales 70.000 se comercializaron en Argentina.
Por gentileza de Stellantis / FCA Automóviles Argentina S.A., pudimos probar la versión Volcano, la más equipada de la nueva generación.
¿Nueva Strada o mini Toro?
Fiat presentó a los medios la nueva Strada a través de un evento virtual. Las primeras imágenes reveladas por la marca sorprendieron por su similitud con el modelo Toro (ver nota), en especial en la versión doble cabina y mucho más si el punto de vista se dirigía a los tres cuartos traseros. Si bien responde a la lógica de emparentar estilísticamente al recién llegado con la exitosa pick up mediana, la nueva Strada es un desarrollo absolutamente inédito.
Por primera vez el punto de partida no resultó un sedán o rural de serie sino la nueva plataforma MPP (Modular Pick up Platform), diseñada exclusivamente para la gestación del vehículo.
La nueva Fiat Strada fue desarrollada en el Centro de Diseño FCA Latam, en Betim, Brasil, donde, además, están ubicadas las instalaciones del polo productivo donde se la fabrica. El diseño del nuevo modelo puso el foco en el incremento de la resistencia y durabilidad estructural. La aplicación de aceros nobles estampados en caliente y aceros de alta y ultra alta resistencia en el 90 % de su base permitieron incrementar en un 10 % la rigidez torsional.
Sobre esta plataforma se alojaron elementos de la suspensión comunes con los modelos Argo, Cronos y Fiorino, pero con adaptaciones para responder a las necesidades especificas del modelo. Para ello, se desarrollaron nuevos resortes, amortiguadores y geometría, así como una nueva barra transversal y barra estabilizadora en la parte delantera, y un nuevo eje trasero.
Reforzando la tradición de presentar en cada nueva generación un valor agregado diferencial, la Strada 2020 introdujo la variante de carrocería doble cabina de cuatro puertas, homologada para cinco pasajeros. Es la primera y única pick up liviana del mercado que dispone de esta opción.
La nueva generación Strada se ofrece en las versiones Endurance, Freedom y Volcano; las dos últimas con carrocería doble cabina, mientras que la primera está disponible tanto en cabina extendida (Cabina Plus) como doble.
La versión Volcano está equipada con el motor Firefly de 1332 cc, el mismo que monta el Cronos Drive (ver nota) y Argo. En tanto, las Freedom y Endurance son impulsadas por el Fire de 1368 cc. Esta diferencia de cilindrada a favor de la motorización 1,4 no implica menores prestaciones en el 1,3. Al contrario, el Firefly eroga 99 cv a 6000 rpm, entrega un torque de 13,0 kgm a 4000 rpm y permite alcanzar una velocidad máxima de 162 km/h. Por su parte, la potencia del Fire se limita a 85 cv a 5750 rpm, el torque a 12,4 kgm a 3500 rpm y su velocidad final a 154 km/h. En todas las versiones, los motores están acoplados a una caja manual de cinco velocidades.
La suspensión delantera es independiente tipo McPherson, con brazos oscilantes transversales, barra estabilizadora, amortiguadores de doble efecto y resortes helicoidales. La trasera dispone de eje rígido tipo omega, amortiguadores hidráulicos de doble efecto y elástico parabólico longitudinal.
La italianidad al palo
La primera sensación que transmite el diseño de la nueva Strada es de robustez. Su trompa alta con capó de suave declive recrea el estilo de las pick ups de mayor porte. El frontal fue diseñado en función de minimizar las lesiones a los peatones en caso de impacto. Frente a una colisión, se protegen las partes bajas y altas de las piernas y se amortigua el golpe de la cabeza si impacta contra el capó.
La grilla de diseño hexagonal se destaca por tres barras anchas horizontales dispuestas sobre un tramado también hexagonal. En el centro aloja el nuevo logotipo tipográfico “Fiat”, cromado y de generosas dimensiones. Completa la identidad la discreta “Fiat Flag”, una pequeña insignia de cuatro barras inclinadas con los colores de la bandera italiana, ubicada en la zona inferior izquierda. En la versión Volcano, la terminación cromada del marco superior de la grilla prolonga horizontalmente los faros LED con los que viene equipada en forma exclusiva.
En la zona inferior del paragolpes otra abertura con una grilla hexagonal facilita el paso de aire para refrigerar el radiador. En las versiones Freedom y Volcano, los extremos inferiores del paragolpes alojan los faros antiniebla.
Sin dudas, el frontal de la nueva Strada es el sector que imprime mayor personalidad al nuevo vehículo, sin referencias directas a otros modelos de la marca.
El lateral muestra un aspecto muscular enfatizado por los guardabarros ensanchados y la moldura de la zona central inferior, un recurso inspirado en la Toro. Las similitudes con la pick up grande de Fiat se reflejan también en el quiebre de la base de la ventanilla de la puerta trasera (en las opciones doble cabina) y en el diseño de las luces traseras envolventes.
Llama la atención la falsa salida de aire en los extremos de los guardabarros delanteros, una tentación estilística de algún diseñador. En todas las versiones, una moldura plástica protege los guardabarros y en la Volcano se suma protección lateral en la zona inferior de las puertas.
En el portón trasero se recrea la identidad de marca con el logo Fiat en posición central flanqueado por el nombre del modelo y de la versión.
El diseño exterior se combina con las llantas de diamantadas de 15”, exclusivas de la Volcano. Esta versión incluye de serie barra San Antonio y barra longitudinal portaequipaje, elementos que aportan seguridad y funcionalidad y al mismo tiempo refuerzan el aspecto utilitario.
La unidad que probó Autos&Clubes lucía una carrocería en color Gris Silverstone, una de las seis opciones disponibles para esta versión. Las otras alternativas son tres tonos pasteles (Blanco Banchisa, Rojo Montecarlo y Negro Volcano); un tono perlado (Blanco Alaska) y Plata Bari, el otro tono metalizado junto al mencionado Gris Silverstone.
A simple vista, las opciones doble cabina parecen ser mucho más largas que las de cabina extendida, sin embargo la diferencia es de unos pocos milímetros (4480 mm contra 4474 mm), al mismo tiempo que comparten la misma distancia entre ejes de 2737 mm.
Espacio para todo y todos
En su interior el puesto de comando nos dispone en una posición elevada, intermedia entre un auto de turismo y una pick up. Esta disposición tiene su origen en el despeje de 214 mm, el mayor de la categoría. El interior de la Volcano es similar al de un auto de pasajeros de gama intermedia. El tapizado combina cuero y tela -terminación reservada a esta versión-, mientras que el aro del volante está recubierto en cuero. El volante dispone de regulación en altura para encontrar rápidamente la posición de manejo más adecuada.
Frente a la vista del conductor, el instrumental aloja un velocímetro central de apreciado diámetro, flanqueado a la izquierda por el tacómetro y a la derecha por el medidor de nivel de combustible. En el centro del velocímetro se ubica el display multifunción 3,5” que brinda información completa sobre el resto de las variables del vehículo (temperatura, presión de neumáticos, consumo, autonomía y alarma de averías, entre otras). El display es comandado desde el volante a través de un grupo de teclas alojadas del lado izquierdo.
La altura total de 1599 mm (barras de techo incluidas) contribuye a lograr una cabina alta y espaciosa. Los diseñadores pusieron el énfasis en incrementar el espacio para almacenamiento de objetos y artículos personales. En total suman hasta 15 litros de espacio útil, un incremento del 30 % en relación a la generación precedente. El teléfono celular dispone de una accesible bandeja en la consola central. Otros objetos como botellas, vasos o porta documentos pueden alojarse en los paneles de puerta, en la prolongación de la consola central y en el extremo derecho del panel de instrumentos.
El acceso del conductor y del acompañante está facilitado por la apertura de puertas con un ángulo de 70º. El ángulo de las traseras es de 80º. La cabina doble fue homologada para transportar cinco pasajeros; el asiento del medio trasero cuenta con un cinturón de tres puntos y apoyacabeza.
El equipamiento de la Volcano incluye de serie central multimedia Uconnect con pantalla táctil de 7”, de operación sencilla e intuitiva. La central permite conectar hasta dos teléfonos inteligentes. Otra exclusividad de la versión es la cámara de estacionamiento trasera con sensores de proximidad.
Por encima del display multimedia, cinco comandos de tecla activan los faros antiniebla, balizas, luz de la caja, control de tracción y alarma sonora de estacionamiento. Por debajo, se ubican los controles de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
Ágil y económica
Una vez en marcha, notamos lo extremadamente cortas que son las relaciones de caja. La primera es apenas para hacer unos metros y la quinta se puede colocar a menos de 50 km/h para circular en un régimen de unas 1900 rpm. El propio indicador de cambio de marcha del display sugiere pasar a la 5ª a esa velocidad.
El motor Firefly se muestra brioso y ágil en el ámbito urbano. En ruta, a pesar de la altura y la mayor sección frontal, el comportamiento del vehículo es muy estable. A 120 km/h no se percibe ningún silbido como consecuencia de la resistencia al avance o por la acción de los vientos laterales. La insonorización de la cabina es apreciable.
La mayor altura relativa, la gran superficie vidriada y las buenas dimensiones de los espejos exteriores permiten una buena visibilidad del entorno. Un punto cuestionable es la visibilidad trasera obstaculizada por las barras protectoras de la luneta.
La Strada nos resultó cómoda y maniobrable. La dirección, asistida eléctricamente, facilita las maniobras de estacionamiento. A pesar de ser 12 centímetros más larga que el Cronos, el radio de giro es levemente superior al del sedán (10,7 m contra 10,4 m).
Además de la muy buena insonorización, otro ítem a destacar es la estanqueidad del habitáculo. Hicimos más de 50 kilómetros por camino de tierra sin que un solo gramo de polvo se filtrara en la cabina.
En total, recorrimos 1039,3 kilómetros por tramos combinados urbanos y ruteros y por caminos de asfalto y tierra. El consumo promedio arrojó una relación de 14,5 km/litro. En ruta, a una velocidad promedio de 84 km/h, el rendimiento fue de 16,4 km/litro. Si tenemos en cuenta que la capacidad del tanque de combustible es de 55 litros, en estas condiciones la autonomía del vehículo supera los 900 kilómetros. En ciudad la cifra arrojó un valor de 11,8 km/litro.
Equipamientos y capacidades
Todas las versiones Strada incorporan de serie el sistema E-locker o control de tracción avanzado (TC +), que transfiere más torque a la rueda con mayor agarre cuando se circula sobre terrenos resbaladizos. Los nuevos utilitarios de Fiat suman control electrónico de estabilidad (ESC) y asistencia al arranque en pendiente.
En materia de seguridad, las versiones con cabina doble disponen ahora de dos airbags laterales que se suman a los 2 airbags frontales. Estas versiones incluyen, además, anclajes ISOFIX en el asiento trasero para fijar la silla del bebé.
En las versiones cabina doble, el volumen de carga es de 844 litros y la capacidad de hasta 650 kg (incluidos los ocupantes). En las carrocerías de cabina plus, la capacidad se eleva a 720 kg. El portón trasero fue reforzado y soporta un peso de hasta 400 kg. En todas las versiones, tanto la caja como el portón están revestidos con un material plástico para alto impacto. Por su parte, la caja incorporó un exclusivo sistema de iluminación, accionado desde el panel de instrumentos. La caja incluye de serie una capota marítima enrollable total o parcialmente.
Debajo de la caja se ubica la rueda de auxilio. Esta disposición no penaliza espacio de carga pero requiere el uso de una llave especial que acciona una traba alojada en el extremo trasero de la caja. Su operación requiere que esa zona esté descargada. Tanto esta llave como el crique van alojados en un espacio ubicado debajo del asiento trasero. No tuvimos, por suerte, necesidad de utilizarlos.
Las diferentes versiones de la nueva Fiat Strada pueden ser personalizadas con más de 30 accesorios como gancho remolque removible, bolso de caja, barras transversales de caja, soporte de bicicleta, extensor de caja y estribo lateral, entre otros. Estos accesorios se instalan en los concesionarios oficiales de la red y se ofrecen con garantía de fábrica.
Referente regional
En el mercado brasileño, la nueva generación Strada fue presentada a mediados de 2020 y pronto se convirtió en un actor decisivo en el crecimiento de la marca italiana en el país vecino. Sus ventas se expandieron en un 4,9 %, totalizando más de 80 mil unidades, equivalente al 4,1 % de todos los vehículos vendidos en Brasil el año pasado.
En Argentina, a lo largo de 2020, FCA comercializó un total de 2408 unidades, lo que implica un 0,7 % del total de vehículos comercializados de todas las categorías. Durante febrero pasado, la nueva Fiat Strada lideró el segmento de las pick ups chicas con 165 unidades comercializadas, aventajando por 31 ejemplares a la Volkswagen Saveiro, su rival más directo. En el ranking genérico de comerciales livianos, donde intervienen otras categorías mayores, el nuevo utilitario se posicionó en la 11ª ubicación. La apuesta de la marca para 2021 será seguir escalando posiciones.
La nueva Fiat Strada se ofrece con 3 años de garantía de fábrica, pero puede extenderse por 12 o 24 meses más.
Con sensatez
Con esta frase, una publicidad institucional de Fiat de la primera mitad de los años 70 apelaba, en plena crisis del petróleo, al uso racional de la energía a través de motorizaciones de baja cilindrada y dimensiones acotadas pero confortables para acomodar a los pasajeros, valores presentes en la gama de modelos que por entonces comercializaba la marca en nuestro país. Una lógica similar encontramos en el concepto que definió a la alternativa doble cabina de cuatro puertas y cinco pasajeros del nuevo Fiat Strada. Para quienes requieren de un uso dual, es decir, tanto familiar/recreativo como para el transporte de cargas livianas, esta opción ofrece una respuesta lógica.
Con una inversión que representa la mitad de la necesaria para adquirir una pick up de una tonelada, y con un consumo y gasto operativo sensiblemente menores, se obtienen razonables prestaciones de confort, seguridad y capacidad de carga, evitándose, al mismo tiempo, el derroche de consumo y el uso irracional del espacio propio de quienes subutilizan capacidades con vehículos que están muy por encima de la verdadera necesidad de movilidad.
La nueva generación Strada cortó el cordón umbilical con sedanes o rurales de serie para desarrollar un vehículo utilitario liviano absolutamente inédito, pensado desde su gestación para su función específica, pero sin resignar el confort, la tecnología y la seguridad que exige su condición dual.
Con innovación, estilo y equipamiento, Fiat mejoró la especie.
Por Gustavo Feder, editor de Autos y Clubes / Revista Autohistoria