Autos Eternos

Peugeot 504, je t´aime

Presentado en el Salón de París, en septiembre de 1968, el Peugeot 504 fue rápidamente galardonado por la prensa especializada europea con el título de “Auto del Año” de 1969. No hubo que esperar mucho tiempo para que este sedán de lujo llegara a la Argentina, donde fue exhibido el 17 de agosto de 1969 en el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. Al igual que en Europa, los medios especializados locales supieron apreciar las bondades del nuevo león nacional y repitieron el reconocimiento de sus pares del Viejo Continente.
En nuestro país fue presentado en dos versiones: Lujo y Súper Lujo, con diferencias en el nivel de equipamiento y terminación.
El 504 fue diseñado y concebido para remplazar al 404, modelo del cual resultó 12 centímetros más largo y 40,5 mm más ancho. Con estas variantes se logró un mayor espacio interior y un baúl mucho más amplio, lo cual incrementó el volumen de carga. Sin embargo, el reemplazo no fue inmediato. Ambos modelos convivieron en el mercado europeo durante siete años. En nuestro país, la convivencia se extendió a lo largo de doce.
La evolución respecto del 404 se hizo más notable en el interior, donde se ganó en habitabilidad, confort y visibilidad. Las butacas delanteras eran individuales, ajustables longitudinalmente y con respaldos totalmente reclinables. El volante con centro acolchado mostraba un importante aporte en materia de seguridad pasiva. Los peines deflectores de ventilación ubicados en el centro mejoraban la aireación y circulación de aire en el habitáculo, elemento que se sumaba al infaltable techo corredizo. Cinco pasajeros viajaban muy cómodamente en mullidos asientos tapizados en pana o en cuero, dependiendo de la versión.
La línea del Peugeot 504 era una evolución del más pequeño 204, presentado en 1965. Su trazado definía los rasgos distintivos de las caras de la marca francesa para las siguientes tres décadas, caracterizados por la apariencia de seriedad y enojo que le otorgaban los faros trapezoidales. El diseño de Pininfarina había puesto el énfasis en la habitabilidad, con un techo alto, amplia superficie vidriada con ventanillas delanteras sin ventiletes, finos parantes delanteros y un parabrisas no muy inclinado pero de gran visibilidad.
El punto discutible que generó las mayores controversias fue el remate de la tapa del baúl, con un acentuado quiebre a partir de su primer tercio sobre la extensión de la línea de cintura. A pesar de la apariencia, esta solución no sacrificaba el espacio destinado a equipajes, ya que con sus 460 dm3 era de los más amplios del mercado argentino.
Debido a la necesidad de reducir costos y racionalizar la producción, el 504 argentino presentaba importantes diferencias con su hermano francés. El frente no contaba con los característicos faros trapezoidales, los cuales fueron reemplazados por proyectores redondos duales.
El motor francés, de 1796 cc, era de nuevo diseño y se lo podía equipar tanto con carburador (87 HP) como con inyección indirecta (103 HP). En nuestro país, la planta motriz utilizada fue una evolución de la mecánica del 404 (1618 cc), pero incrementada a 1657 cc (XC6B). En cuanto a las prestaciones, este motor le otorgaba al 504 una potencia de 87 HP y una velocidad máxima superior a los 150 km/h, valores que igualaban al francés.
Otras diferencias importantes fueron los frenos servoasistidos, con discos delanteros y tambores traseros (a diferencia de la versión francesa que equipaba discos en las cuatro ruedas). La suspensión era independiente en los dos ejes en el modelo galo, mientras que el nacional reproducía en el eje trasero la disposición del 404 con elásticos, espirales y barra Panhard, más el agregado de una barra estabilizadora. La delantera era de tipo Mc Pherson con resortes helicoidales, amortiguadores y barra antirrolido. Compartía con el Peugeot 404 la caja de velocidades de cuatro marchas totalmente sincronizadas. La selectora de cambios estaba ubicada en la columna de la dirección. El puente trasero, otra herencia del 404, estaba compuesto por un eje con sinfín y corona.
Los primeros cambios llegaron en 1972 con la presentación del modelo 504 E. La modificación estilística más notable fue la incorporación de los faros trapezoidales, mientras que desde el aspecto mecánico se destacó la nueva caja de velocidades BA 7.
En mayo de 1973, con el lanzamiento de la Serie X, se introdujeron importantes novedades. Sin duda, la más esperada fue el nuevo motor XM7 de 1838 cc y 99 HP. En esta serie se remplazaba el viejo sistema de sinfín y corona por un diferencial de tipo hipoidal, de mejor rendimiento mecánico.
A fines de 1976, el motor incrementó su cilindrada hasta llegar a 1971 cc (Serie 2000). Al año siguiente, se presentó una versión deportiva, denominada TN. Su motor había sido potenciado hasta 110 HP con cambios como nuevos múltiples de admisión y escape y carburador Solex de doble cuerpo. Alcanzaba una velocidad máxima de 175 km/h. Su estética se destacaba por dos franjas paralelas blancas laterales, que contrastaban con el exclusivo color azul Martinica. Dos años más tarde se introdujo la Serie S, en la cual se ofreció por primera vez una versión diesel, equipada con el propulsor Indenor XD 4.88 de 1900 cc.

Los 504 de SEVEL

Una de las primeras novedades de la fusión entre Fiat y Peugeot, denominada SEVEL, fue la presentación de la versión nacional del 504 Familiar. Tras la fusión, la producción del 504 fue trasladada al Centro Operativo de El Palomar, de donde llegarían nuevas versiones.
En 1982 comenzó a comercializarse con la denominación GR y, al año siguiente, se presentó un restyling local denominado 504 GRII. En 1984, llegaría la nueva generación de motores diesel Indenor XD2 de 2304 cc, que hicieron su debut en la versión GRD.
En mayo de 1987 se le dio una nueva lavada de cara y otro cambio de denominación. Esta vez, para hermanarlo con el 505, fue rebautizado como “SR”. Estos cambios reafirmaron la vigencia del 504 dentro del mercado autóctono. En agosto de 1988, ocupaba el segundo lugar de ventas detrás de otro “veterano” como lo era el Renault 12. Mientras tanto, en Pininfarina avanzaba lo que sería el último restyling del modelo. Este incluía un nuevo remate de la parte posterior, con faros dispuestos horizontalmente, a lo que se le sumó un renovado interior con un tablero totalmente rediseñado, nuevos paneles de puertas en material plástico y un equipamiento más completo que ofrecía cerradura de puertas centralizada. Recibió de su hermano mayor, el 505, el motor de 1971 cc y 108 CV. Así nació en 1991 la serie “SRX”, la última y definitiva.
La producción del 504 argentino llegó a su fin en 1999, cuando Peugeot PSA retomó el control de la filial local. A lo largo de su longeva trayectoria de 30 años, se convirtió en el auto fabricado en Argentina durante mayor cantidad de tiempo. Se produjeron 496.693 unidades, de casi 40 versiones, equipadas con siete diferentes motores diesel y nafteros. Su interminable fabricación se mantuvo en Nigeria hasta el año 2006, con lo cual alcanzó la marca de 3.700.000 unidades a nivel mundial, de las cuales poco más de una octava parte fueron criollas.

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