«Mecánica rápida»
Un punto de vista interesante que deja varias aristas dignas de analizar
Como amante a los automóviles clásicos, vengo observando de un tiempo a esta parte que cada vez es más complicado seguir con esta afición. El motivo, aparte que es un hobby caro y que requiere mucho tiempo, es que cada vez existen menos mecánicos de los de verdad. Es cierto que los tiempos han cambiado y que los coches modernos apenas precisan intervenciones mecánicas y sí muchos conocimientos de informática, pero lo cierto es que entre los profesionales actuales de la mecánica, pocos hay que sepan reparar un motor, una caja de cambios y mucho menos afinar una carburación, un encendido o hacer un reglaje de válvulas.
Por otra parte, y esto es ley de vida, en los últimos años voy comprobando con tristeza, como preparadores y mecánicos veteranos, están finalizando su vida laboral, dejando un hueco que nadie cubre. Lo cierto es que los que tenemos en el garaje algún «juguete», cada vez lo tenemos más difícil para mantenerlos en forma o mejorarlos. Es una pena comprobar que cada vez hay menos profesionales capacitados para ello y que son muy pocos los profesionales dispuestos a realizar este trabajo.
La mayoría prefiere ganarse la vida con lo que se ha venido en llamar «mecánica rápida». Prefieren ir a lo fácil, hacer reparaciones que se realizan en el día y que se cobran al instante. Creo, sinceramente, que el mantenimiento y restauración de coches clásicos es un campo en el que hay futuro para los que de verdad sepan abrirse camino. Siempre habrá gente que quiera conservar sus coches de colección y aquellos que aprendan el oficio, seguramente no tengan problemas para trabajar en el futuro.
Ahora que hay tantos problemas para conseguir un buen empleo, creo que es un buen momento para abrirse camino en esta especialidad. El problema está en que esto es algo que no se aprende en cuatro días, se precisa experiencia, afición y muchas horas de trabajo para ser un buen mecánico. Evidentemente se trata de una profesión vocacional, pero tengo claro que los que consigan abrirse camino en este mundillo, tendrán el futuro asegurado.
Columna opinión publicada en «Automóvil» N°434