Renault Fluence, el segmento C que se fabricó en el país – Parte II
En junio de 2012 se sumó la versión deportiva Sport que incluía como principal novedad el motor naftero F4R Turbo de 2.0 litros de cilindrada. El propulsor, importado de Europa, entregaba 180 caballos de potencia y estaba acoplado a una caja manual de seis velocidades. El equipamiento incluía llantas de 17 pulgadas, tapizado de cuero negro, frenos ABS, seis airbags, retrovisores eléctricos calefaccionados, control de estabilidad, control de tracción, climatizador bizona, techo corredizo y navegador satelital.
A fines de ese año llegaba otra versión deportiva. Se trataba del GT, el primer vehículo de Renault Sport homologado fuera de Europa. Estaba equipado con el motor F4RT 2.0L, pero potenciado para erogar 180 cv de potencia y 300 Nm de torque, lo que le permitía acelerar de 0 a 100 m en 8,3” y alcanzar una velocidad máxima de 215 km/h. De esta manera, el Fluence GT se convertía en el auto más rápido de fabricación nacional.
Su diseño exterior se destacaba con detalles como spoiler delantero, spoiler trasero, identificación GT, llantas bi-tono de 17”, alerón trasero, espejos y manijas color dark metal.
En el interior disponía de butacas deportivas, velocímetro digital, identificación GT en panel y apoyacabezas, zócalo de puertas exclusivo, costuras rojas en tapizado, volante y palanca de cambios y pedalera de aluminio.
A fines de 2014, el Fluence se actualizaba con un renovado diseño que introducía la nueva identidad de marca presente en los modelos globales. La impronta del diseñador Laurens van den Acker se materializa eficazmente en el renovado frontal que lo alejaba del ADN oriental del modelo de origen coreano y que en nuestro país tuvo en el Clio Mío su punto de partida. La trompa ganó en armonía con un paragolpes que integraba en su parte superior a la parrilla y al conjunto óptico y en su base disponía de una abertura central flanqueada por dos rendijas laterales que alojaban las luces de circulación diurna LED DRL (Daytime Running Lights) y los faros auxiliares antiniebla.
El lateral se mantuvo prácticamente inalterado respecto a la serie precedente, pero ganó en deportividad con la introducción de las nuevas llantas Pragmade aluminio de 17” (exclusivas del Privilege).
Por su parte, en el remate fueron levemente modificados los faros traseros que mantuvieron su formato pero integraron luces LED y un nuevo reparto funcional.
En esta segunda fase se flexibilizaron las opciones de equipamiento que permitieron dotar a los modelos de media gama con la transmisión CVT como opción a la caja manual de 6 velocidades. La versión Confort fue discontinuada y remplazada por la Dynamique con motor de 1,6 litros y más equipamiento.
A mediados de 2015 se lanzó el GT2, una actualización de la opción más deportiva. La principal novedad resultó la incorporación de la nueva estética con un frontal más agresivo y mejoras en el F4RT 2.0L que elevaron la potencia a 190 cv y le permitieron alcanzar 222 km/h de velocidad final.
La producción del Renault Fluence se mantuvo hasta 2018. En total, se fabricaron 113.602 unidades, de las cuales más de 47.000 se comercializaron en Argentina.
Por Gustavo Feder