Tomen nota: merma de concurrencia de publico en los autodromos
La gente ha dejado de concurrir a los autodromos, sea en la categoría que fuere, y le cabe a toda la dirigencia y entidades deportivas de nuestro automovilismo.
Venimos de ver un Autodromo porteño, que hoy de coliseo no tiene nada, con grandes claros en las tribunas, que según cifras extra oficiales fueron aproximadamente 15 mil espectadores.
Realmente poco, cuando ayer nomás la media de asistencia del TC en el circuito porteño rondaba los 30.000 espectadores, con picos de 60.000.
O bajo otras modalidades, con entradas generales gratuitas, “La carrera del año” del Top Race V6 o los viejos 200 Km. de Buenos Aires del TC 2000 también tenían jornadas de fiesta.
Causas? Todo lo que viene ocurriendo de un tiempo a esta parte.
El superclásico? No parece un argumento determinante y la altura del mes tampoco.
Los costos de las entradas? Desde siempre fue caras, pero un estacionamiento diario a 60, 80 y 100 pesos para viernes sábado y domingo, en ese orden, mas una entrada general de 180, es un precio poco popular.
Tampoco hay que enfocarse solo en los numeros.Cuando se informa que se vendieron 8000 entradas en un fin de semana de TC, se puede estimar que si las damas, los jubilados mayores de 65 años y menores de 12 no abonan, la concurrencia puede rondar los 30.000 espectadores.
Falta de espectáculo en pista? Seguramente, pocas carreras han sido entretenidas a lo largo de este año.Salvo el Turismo Nacional, que suele tener carreras entretenidas, el resto tuvo mas bostezos que emociones, como la carrera doble con largada en fila india inclusive del Super TC 2000 por las calles de Santa Fe.Ademas que en la jornada dominguera hay grandes baches de tiempo sin espectaculo en pista.
Hay descontento del público con los cambios de reglamentos? Indudablemente, cualquier recorrida por foros o redes sociales son testigo de ello.Por mas que sea una atribución reglamentaria, modificar las reglas de juego en periodos cortos (de una carrera a otra) pierde previsibilidad.
Lo mismo para el Super TC 2000, que alterna Super 8, y así de múltiplo a múltiplo hasta llegar a los 24, y luego pasa a penalizaciones de puestos para después volver a cambiar.
Ni hablar de las modificaciones de escenarios, fechas, (no se corrieron los 200km de Buenos Aires ni La carrera del año) tanto el STC2000 como la TRV6.
Se puede mencionar al rating televisivo, tomado con pinza claro esta, ya que el rating no lo da la gente del automovilismo, lo da el publico en general, el cual puede o no ser especialista o seguidor masivo del automovilismo, a tal punto que a veces suele confundir al TC con el TC 2000 (y ahora que se llama Super TC 2000 peor todavía).
Esto no es nuevo pero se acentúa, lo que ocurre es que cierto periodismo antes elogiaba lo que ahora critica, por la simple razón de que se quedaron afuera del centro de la escena.
Y si bien ninguno de nosotros ni como individuos ni como medio podemos hablar en nombre del público, solo tenemos que entender que no hay que subestimarlo, y que en cada acción cotidiana las personas piensan antes de consumir o comprar algo, su causa y efecto.