Versos vs. Versus
El despropósito que se generó con la creación del Turismo Carretera 2000 como alternativa en otra orbita al tradicional Turismo Competición 2000 desde el vamos en su denominación ya genera aun mas confusión y profundiza el bache generado entre el ACA y la ACTC que tanto daño le viene haciendo al automovilismo argentino.
Una categoría ya comenzó el Domingo 30 de Marzo como satélite del Turismo Carretera, a su vez telonera de la concebida telonera del TC Pista en el Centenario de Neuquén. Con 17 autos, numero que cumplió con lo prometido en su momento. Vehículos ya obsoletos, de sedanes que hace años no forman parte del mercado, con motores ex TR Series Made in Oreste Berta S.A propiedad de dueños de equipos desencantados con el trato del TC2000 y la CDA del ACA.
Al menos arrancaron. Del otro lado, el TC2000 concebido en 1979, recién lo hará la primer semana de Mayo. Sí leyó bien, en el mes 5 de 12. Muchachos vayan arrancando, que se les viene la primer cuota del Aguinaldo sin facturación alguna. Se supone que la hoy categoría gestionada por los hermanos Alejandro y Diego Levy marcará una nueva etapa con la apuesta (tardía) de los SUV en convivencia con los que aun quedaron sedanes (Fiat Cronos, Toyota Corolla, ¿Ford Focus?, Honda Civic, Chevrolet Cruze, ¿Renault Fluence?) mencionados en el párrafo anterior.
Dos terminales automotrices oficiales permanecen, Honda y Toyota. La primera, tras la salida de Roberto Valle; quien fogoneó la fuga de otros colegas suyos en dirección a la calle Bogotá al 100 en el barrio porteño del Caballito dejó al TC2000 tecleando a partir de ahora bajo la tutela de un viejo conocido como Sebastián Martino.
La segunda marca nipona, bajo la histórica dirección de Darío Ramonda, hará 2 SUV y aquí no pasó nada. Para Alejandro Levy, consultado a fines de 2024, casi todo se circunscribe a «Un grupo de equipos que eligieron otro rumbo, lo cual están en todo su derecho y que otros Teams vendrán y querrán participar». Puede que sea cierto, pero 6 meses después dicho por ellos arrancarían con 17 unidades en la grilla del circuito misionero de Oberá. Poco, flojo, sin omitir la sangría detallada.
Pensemos lo siguiente: Ferrari en la Formula Uno sabe que por historia y arraigo aun lejos del glamour al presente sabe que mueve el 70% del circo, pero es como la gaseosa Cola, sabe muy bien que necesita del 30% Fernet para hacer el popular trago. Por mas que lo intentó, amagó e insinuó supo cual era su nicho, y con suerte dispar, ambas partes lo utilizaron en beneficio propio.
Nadie debe permanecer donde no está comodo. Y aquí Bussines are Bussines. Porque el automovilismo es, fue y será un negocio. Y se llegó a esta situación principalmente por la impasibilidad del ACA, bajo autoridades como Carlos Garcia Remohi, que de tanto hacer la plancha por acción, inacción y omisión durante décadas entre otras cosas perdieron la fecha del Rally Mundial. Sumado a que lejos de reconocerlo, duplican la couta de soberbia y desconocimiento del manejo del automovilismo deportivo que los caracteriza.
Del otro lado, la ACTC, no se caracterizan por hacer las cosas mucho mejor, pero guste o no, tienen un esquema de negocios, un plan, una organización que funciona mucho mas aceitada en donde desde los tiempos de Oscar de Morón le sirve a pilotos, equipos, motoristas, chasistas, etc. Y supieron captar el terreno y usar mejor la lapicera y el sello de goma que el ACA.
Como moraleja, desde lo numérico como ya se vio con las Formulas , el desdoblamiento dejó autos de un lado y del otro en partes casi iguales, y ninguna superó a la otra al punto de parecerse bastante, engordando lo que mas de una vez bautizamos como «Sobreoferta del mas de lo mismo».
Fruto de ello en el ultimo 1/4 de Siglo XXI se han creado no menos de 20 categorías y ni cerca el negocio, la popularidad y el producto automovilismo argentino creció ni la quinta parte, al doble ni porcentaje alguno considerable.
Con las mismas caras de ambos lados del mostrador tales como Gabriel Furlan (si, again, ex gestión Pablo Ignacio Peón, como asesor técnico y deportivo del TC2000) y Javier Ciabbattari (ex PSG16, ahora nuevamente dentro del mundo ACTC), el mencionado Valle y siguen las firmas. Hasta la denominación de ambas presta a la confusión inoculada, si nos cuesta explicarlo a nosotros imagínese trasladárselo al soberano. Nada es casualidad, con las mismas recetas y actores difícilmente algo sea diferente.