El primer tracción delantera de Renault – Segunda Parte
A partir de 1964 llegaron mejoras en el habitáculo cuando fueron remplazados los asientos tubulares por butacas individuales de regulación longitudinal adelante y asientos enterizos más mullidos en las plazas traseras. En 1968, con el lanzamiento del modelo 4G, se incorporó un nuevo panel de instrumentos en material plástico, con velocímetro de mayor dimensión y mejor lectura y nuevos tapizados. Estas innovaciones fueron acompañadas por un rediseño de los paragolpes, nuevos colores de carrocería y mejoras en el sistema de transmisión con la incorporación de semiejes más largos y una nueva junta homocinética.
Cambios más importantes aparecieron en 1970 con la llegada del modelo 4S, que trajeron como principal innovación el nuevo motor de M 1000 de 1.020 cc, con cigüeñal apoyado en cinco bancadas. Con este propulsor las prestaciones se elevaron a 40 hp y se alcanzaba una velocidad máxima cercana a los 125 km/h.
Hubo cambios menores en la carrocería y nuevos colores. En el frontal fue remplazado el capó que introducía una nueva grilla, más amplia que la anterior con las luces delanteras integradas y el rombo de Renault desplazado hacia la izquierda.
Esta serie incorporó una nueva caja de velocidades de cuatro marchas totalmente sincronizadas, y las mayores prestaciones obligaron a mejorar el sistema de frenos incorporándose tambores de mayor diámetro. La potencia del motor volvió a incrementarse en 1972 a 48 hp, gracias a un rediseño de la cámara de combustión y nuevo carburador.
Junto al modelo 4S, se mantuvo en producción hasta 1972 el más económico 4L, mientras que el 4F (Furgoneta) incorporó las mejoras del modelo nuevo.
A fines de la década llegaban algunos cambios significativos en el exterior caracterizados por una nueva grilla plástica, nuevos faros delanteros de posición y giro, nuevos paragolpes con topes de goma y protectores plásticos laterales. Estas modificaciones fueron acompañadas en el habitáculo con un rediseño del panel de instrumentos.
El último rejuvenecimiento del R-4 se produjo en 1984 con el lanzamiento de la versión GTL. Incorporaba un propulsor de 1118 cc de 41 cv y frenos a disco delanteros. Las novedades más notorias estaban en el interior con el remplazo del panel de instrumentos, por uno similar al del R-5, y cambios en asientos y tapizados.
En agosto de 1986 se fabricaron los últimos ejemplares del GTL. Por su parte, la furgoneta se mantuvo en producción hasta fines de 1987. A partir de 1985 se sumó tardíamente a la línea la versión pick up de la que se produjeron apenas 173 vehículos. Casi una anécdota que sirvió para completar la estadística de las 157.315 unidades fabricadas desde 1963 de todas las versiones.
Por Gustavo Feder