El TC, una pasión de acero inoxidable – Parte 2
Sobre todo en el mal denominado interior del país muchos medios periodísticos, equipos y pilotos realizan miles de kilómetros para disputar una prueba. En tiempos donde los costos son elevados, resulta inexplicable por momentos su resistencia a las diversas crisis. Este deporte, si bien no escapa a lo que es un gran negocio como en todo aquel donde invierten las grandes empresas, del otro lado del alambrado aún mantiene un ambiente sano.
No todo es color de rosas desde luego.En el área metropolitana se ven ciertos vestigios de “barra bravas”.
Irrumpieron hinchadas organizadas conocidas como “La 4” de Ford, La “15” de Chevrolet, la “7” de Dodge y la banda del Talud de Torino, la denominación responde a las tribunas y sectores del autodromo de la Ciudad de Buenos Aires.
El mayor porcentaje de sus hinchas son genuinos, pero en el ambiente se ve con cierto temor el crecimiento de las mismas en una especie de “futbolización del automovilismo” con todo lo que ello implica.
Han ocurrido episodios desagradables de los últimos 15 años a esta parte.Robos y hurtos, invasión de pista, gente alcoholizada, banderas gigantes financiadas por propios pilotos, plata por afuera para costear viáticos, complicidad dirigencial, etc.
Retomando la parte agradable, los aparatos radiales un tanto averiados o las viejas portátiles acompañan la estadía y cada info emitida despierta comentarios, indignación y preocupación a medida que avanza la jornada. Los hinchas se mezclan entre si, nadie se pelea con nadie, todos se divierten y convierten el ámbito natural aunque nunca faltará aquel ocurrente que ante cualquier situación inventa un chiste que despierta la risa fácil, aplausos, y miradas cómplices.
El menú gastronomico es variado y no está acondicionado al horario.Abunda el asado, pero no falta algún cordero a las brasas, ya sea a la cruz o convencional, pollo, popurrí de achuras y porque no algún que otro vegetal a las brasas con “canilla libre”.
Los más moderados o los que llegan el mismo domingo se equipan con mates, facturas, sanguchitos en Tupper que se entremezclan con alguna choripaneada improvisada por los vecinos.
Nada es gratis menos en el TC.Las entradas generales rondaba los 600 pesos y el acceso a Boxes ronda los 1200 valido para los 3 días de actividad.El estacionamiento en el predio del autodromo cuesta otros de 400/500 para el caso de los autos y 1000 pesos en caso de vehículos de gran porte.
Las comodidades escasean.Los baños y la limpieza general tambien.Ni hablar del acceso al agua potable o ni pensar en que sea necesario un servicio de ambulancia para un espectador.
Todo se hace cuesta arriba.La categoría cobra un canon jugoso por montar su espectáculo y la re inversión que pueden hacer los clubes organizadores que mantienen a los autodromos no es suficiente como para mejorar notablemente un gran predio que de por si ya es costoso mantener.
Pero no hay Autodromo de Ushuaia a la Quiaca que no quiera comprar una fecha del TC que lleva promedio 25000 personas.Y la clase política lo sabe, de hecho muchas veces gobiernos provinciales aportan dinero para que el evento se haga.
De la pista para afuera al Turismo Carretera lo mantiene la pasión y el fervor de su público, el soberano.De Boxes hacia adentro, el negocio es fabuloso.
Las otras categorias nacionales llámese Super TC2000, Top Race V6 o Turismo Nacional vale decir que a nivel dirigencial tampoco hacen mejor las cosas.Siento que el automovilismo deportivo argentino se transformó en una especie de Parripollo, cancha de paddle, video-club… todo el mundo quiere armar categorías, luego «engordar» con hijas, primas y entenadas.
En la era moderna, la ACTC (Asociación de Corredores de Turismo Carretera) creó categorías menores a modo de escuela deportiva.El TC Pista (telonera del TC), TC Mouras y TCP Mouras a modo de zonales cada vez más regionales.
Es una realidad.Por diversas cuestiones de seguridad el TC ha caído en el encierro de los autodromos y ya no corre en rutas desde el verano de 1997 de Santa Teresita.
Para cerrar, comparto 2 reflexiones de cara al futuro: ¿Es posible que frente a tanta oferta, pueda haber una demanda relativamente masiva?
Se me viene a la cabeza lo que alguna vez me comentó un tambero amigo paisano de mi abuelo tano: “Si la ordeñas, la vaca te da, te da, te da, y un día, de repente, no te da más leche…” Ojala no pase lo mismo…
Ver Primera Parte…El TC una pasiòn de Acero Inoxidable