Renault 6: Un escalón superior – Primera Parte
Al finalizar la década de 1960, el mercado automotor argentino evidenciaba la ausencia de un vehículo que se ubicase por dimensiones y motorización en un segmento intermedio entre los modelos chicos de menos de 900 cc y los medianos de más de 1.500 cc.
La Régie Nationale des Usines Renault tenía en Francia el modelo que IKA-Renault necesitaba en Argentina, el Renault 6. En Europa había sido presentado en 1968 como un escalón intermedio entre el R-4 y el exitoso R-16, un mediano con pretensiones de alta gama que recibió el título de “Auto del Año” internacional en 1965. El R-6 galo estaba equipado con el motor Ventoux de 845 cc del Gordini, pero para nuestro país, y en función del posicionamiento que se pretendía, debía equiparse con un propulsor de mayor cilindrada y potencia, por lo tanto, fue instalado uno nuevo de 1.118 cc, con cigüeñal apoyado en cinco bancadas, que sumado a una relación de compresión de 8,5:1, lograba 51 hp (SAE) a 5.500 rpm.
En cuanto a las prestaciones, el Renault 6 desarrollaba una velocidad máxima de 125 km/h y su consumo era de 1 litro cada 12 kilómetros a una velocidad promedio de 100 km/h.
La producción en la planta de Santa Isabel se inició el 29 de agosto de 1969 y su lanzamiento comercial se concretó el 5 de marzo de 1970. Así nació el “Mediano Argentino”, que heredaba soluciones estéticas y mecánicas de sus hermanos: R-4 y R-16.
Del R-4 incorporaba la transmisión delantera con caja-puente de cuatro velocidades, todas sincronizadas y el sistema de suspensión. La delantera era independiente a través de paralelogramo deformable articulado y barras de torsión longitudinales. Se complementaba con amortiguadores hidráulicos telescópicos de acción directa y doble efecto y barra antirolido. La trasera también era independiente a brazos longitudinales, barras de torsión transversales y amortiguadores hidráulicos telescópicos de acción directa y barra antirolido.
Similar al R-4 era la forma de fijación de la carrocería, abulonada a una plataforma que hacía las veces de chasis constituyendo una estructura semiportante. Esta pieza estaba construida íntegramente en acero estampado y compuesta de una nervadura central rectangular de disposición transversal y dos largueros laterales. Hacia adelante, esta plataforma se prolongaba con dos perfiles solidarios al piso sobre los que se fijaban los órganos mecánicos correspondientes al motor y transmisión. Hacia atrás, dos brazos de sección cuadrangular soportaban los elementos de la suspensión. Para evitar problemas de corrosión, tanto la superficie interna como externa eran cubiertas por una pintura especial anticorrosiva de abundante espesor.
Los frenos eran de accionamiento hidráulico y a tambor en las cuatro ruedas.
Este “nuevo concepto en 1.100 cc”, como decía su campaña publicitaria de lanzamiento, presentaba un diseño inspirado en el Renault 16, de tipo break, cinco puertas, seis ventanillas laterales y amplio portón trasero, un habitáculo con capacidad para cinco pasajeros y buen espacio para equipaje que se incrementaba a 900 dm3 rebatiendo los asientos posteriores.
En relación al R-4, se había ganado en habitabilidad, luminosidad y aireación con ventanillas traseras y delanteras con mecanismos de subir y bajar en reemplazo de las deslizables.
El interior presentaba un tablero de una sola pieza, de diseño asimétrico, construido en polipropileno, con terminación negro mate, textura similar al cuero y un frontal recubierto en símil madera. En el centro se encontraba la rejilla de ventilación para renovación de aire, regulable mediante perillas y la palanca de cambios acodada con empuñadora ergonómica. El equipamiento incorporaba un sistema de calefacción por doble radiador que producía un rápido calentamiento del habitáculo. Fueron incorporados algunos elementos de seguridad pasiva como tablero y volante deformables ante impactos.