Las 24 horas de Buenos Aires.Cuando el Galvez no duerme
Durante los dias 19 y 20 de abril se desarrolló la competencia de resistencia y velocidad controlada con vehículos del tipo sedán y cupé mayoritariamente comprendidos entre 1961 y 2000 inclusive, divididos en categorías por año y cilindrada.
Desde la apertura del Autódromo porteño el sábado 19 a partir de las 9 de la mañana comenzó el flujo de público, autos, pilotos y organizadores. A partir de las 13 horas la recta principal comenzó a poblarse de vehículos a 45 grados para una hora más tarde darle inicio a la largada simbólica de carrera al estilo Le Mans, a cargo del piloto Osvaldo “Cocho” Lopez, una vez más encargado de entregar el trofeo que llevaba su nombre.
Previo a ello Ely Bustamente entonó las estrofas del Himno Nacional Argentino junto a la Orquesta infantil y Juvenil Sol Mio.
Como atracción destacada irrumpió la figura del Cuadrado de Peduzzi de Turismo Carretera «Feo pero simpático» como alguna vez el propio Ricardo describió al Chevrolet modelo 1929 que marcó una etapa en el TC de la década del 60′.

Se pudo apreciar un March 803 de Fórmula 3 decorado como el 783 de Nigel Mansell restaurado por Leonardo Minciareli, nuevamente el Mitsubishi Colt de Turismo Nacional volanteado por Gustavo Der Ohanessian a comienzos de la década del 80.
No faltó la prometida muestra de autos clásicos y de competición en el playón trasero de boxes, Autojumble, la muestra FuelArt y sus artistas plásticos, muestra de carteles, cascos históricos, entre otras atracciones.
Cerca 60 tripulaciones fueron de la partida, de las cuales 43 llegaron a la meta siendo parte de la misma ex pilotos profesionales, amateurs, entusiastas y personajes del ámbito periodístico y del espectáculo. Entre los ex drivers participaron Gustavo Der Ohanessian, Tim Pairetti, José Ignacio Savino y Juan Carlos Guachineo.
La victoria en la general fue para el plantel de volantes conformado por Juan Carlos Fernández, Javier Griffo, José Griffo e Ignacio Fernández a bordo de un BMW 320 modelo 1981 (Categoría B), El segundo lugar fue para el Peugeot 206 de Luis Zerbini, Leonardo Zerbini, Leonardo Boutet, Emanuel Matesanz, Keila Stefanazzi y Nicolás Galeano (Cat D). Y en el último escalón del podio quedó el Fiat 128 Berlina de Ariel Odriozola, Martín Di Santo, Lucas Donato y Juan Sandoval.
Puntos a favor: la aceptable afluencia de público pese a la Semana Santa transcurrida; la organización de la misma y el cumplimiento del cronograma de actividades; el ambiente sano que se percibe en cada sector del Coliseo porteño; las ganas y el empeño que le ponen los organizadores para llevar a cabo una propuesta tan clásica como diferente. A las 24hsba no hay que entenderlas solamente, también hay que vivirlas.

Puntos a mejorar: la sensible disminución del parque automotor, que trepó en ediciones anteriores a 90. Algunos desde el día 1 lo atribuyen a los altos costos, otros lo asocian al contexto socioeconómico que no es ajena a la actividad. La “flexibilidad” del enunciado primario de “autos comprendidos entre 1961 y 2000 inclusive” que derivó en autos cercanos al 2015 y más también, mezclados incluso en Categorías con los clásicos.
La incursión y excursión de personajes cholulescos de relativo aporte al automovilismo. Nadie está en contra de sumar recursos y gente a la actividad ni desconocemos la injerencia del Marketing en tiempos modernos. Este último no es un problema en sí, El problema está en las/los marketineros que creen que el automovilismo se inventó cuando ella/ellos llegaron.
Tarea para el hogar de cara al 2026.Como primera medida sostener la prueba en el calendario e instalarla como tal. La idea de mezclar pilotos de renombre con aficionados en autos clásicos y estándar en un Autódromo como el Oscar y Juan Galvez con lo que ello representa debe ser la nave insignia y el espíritu de la propuesta. Dar ese ¼ de vuelta necesario para recuperar lo esfumado y potenciar lo que da resultado y está bien logrado, que es muchísimo. Hay potencial para hacerlo.
Fotos: Gentileza del Facebook 24hs de Buenos Aires

