Autos Eternos

Citroën Ami 8 en Argentina – Primera parte

Con la presentación del Ami 8, Citroën se posicionó en un segmento más alto en el mercado argentino.

La segunda mitad de la década de 1960 fue un tiempo de consolidación y crecimiento para Citroën en Argentina. Al comenzar 1970, la compañía atravesaba una fase de expansión en su planta industrial, tanto en superficie cubierta y equipamiento como en personal, y se aprestaba para el lanzamiento de nuevos modelos que consolidarían aún más su posición. A fines de 1969, la presentación del modelo 3CV, como alternativa al popular 2CV, había desdoblado la línea incorporando una opción que mantenía los tradicionales atributos de confiabilidad y economía pero que sumaba mayores prestaciones. Por un tiempo, los dos modelos convivieron exitosamente reforzando el posicionamiento de la marca en el segmento de la primera motorización. Pero la expansión del mercado local había hecho más exigente a los consumidores que reclamaban, además de economía, mayor espacio, confort y prestaciones. Para satisfacer esta demanda y ampliar su presencia en el mercado local, en diciembre de 1970 Citroën Argentina presentó el Ami 8, un nuevo modelo que se posicionaba en dimensiones y prestaciones por encima de la serie 2CV/3CV. Este lanzamiento formaba parte de su política de expansión y renovación de la oferta comercial.

La génesis del novel vehículo fue el Ami 6 francés, lanzado en Europa en 1961 como escalón intermedio entre el económico 2CV y los más refinados ID/DS. El Ami 6 mostraba una curiosa carrocería sedán de cuatro puertas con un llamativo y original remate de la luneta trasera, de inclinación negativa, que le otorgaba una fuerte personalidad a este diseño surgido del lápiz del brillante Flaminio Bertoni. A comienzos de 1965, fue presentada la versión break. Ambos modelos estaban equipados con el motor tipo M4 bi-cilíndrico de 602 cm3 de 26 cv. En marzo de 1969,  algunas mejoras estéticas, mecánicas y la incorporación del motor tipo M-28, de mayor compresión y potencia, dieron origen al Ami 8. Esta fue la base de la versión que se fabricó en Argentina.

El Ami 8 nacional, cuya denominación interna de fábrica correspondía a la sigla AMF, disponía de una mecánica idéntica a la del 3CV de segundo montaje, con la excepción del carburador de doble cuerpo (Solex 26-35 CSIC) que le otorgaba una potencia de 35 hp a un régimen de 5750 rpm. Otras modificaciones se encontraban en el chasis con la incorporación de una barra estabilizadora antirrolido en el tren delantero, cilindros de suspensión y resortes de mayor diámetro y rulemanes de las ruedas más grandes. El auto argentino estaba equipado con frenos a tambor de accionamiento hidráulico en las cuatro ruedas, a diferencia del galo que disponía de disco en las delanteras.

La transmisión se confiaba a una caja de cuatro marchas sincronizadas y embrague monodisco seco. Como los 2CV/3CV, la tracción era delantera mediante juntas homocinéticas. La suspensión, derivada de sus hermanos menores, se efectuaba por interacción entre las ruedas delanteras y traseras, complementada por cuatro muelles helicoidales horizontales, amortiguadores hidráulicos telescópicos y batidores de inercia. El nuevo modelo significaba para Citroën Argentina un salto de categoría en relación a los consolidados 2CV/3CV, por su carrocería de tipo break más larga y espaciosa que adoptaba un original diseño de fuerte personalidad, el cual marcaba una fuerte ruptura estilística en relación al de aquellos.

Continuará…

Un comentario en «Citroën Ami 8 en Argentina – Primera parte»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *